Con frecuencia muchos de nuestros nuevos clientes hacen preguntas sobre el concepto de Tama, los platillos y nuestra historia. De todas las preguntas que nos hacen, una sobre sale en particular, a veces sonando como una afirmación.
¿La comida japonesa no es lo mismo que la comida china?
Lo primero que viene a mi mente es cómo se tomaría un japonés o chino el escuchar esto. No se trata de ofenderse o molestarse por lo anterior, ya que en cierto sentido estos dos países comparten un vínculo gastronómico ancestral. Por ejemplo, platos como las gyozas, la técnica del karaage, los panes al vapor, el ramen, el arroz frito, entre otros muchos platillos tienen raíces chinas que en algún punto se robaron el corazón/estomago de los japoneses y se decidió por realizar sus propias versiones.
Esto no debe llevarnos a generalizar, ya que si bien tienen un lazo entre cocinas no es correcto hablar a la ligera. Nosotros tomamos ese momento como una oportunidad para explicar de manera superficial la importancia de “estos detalles”. La mayoría de nuestros comensales toman nota, otros simplemente nos ignoran, sin embargo, esta tarea es una labor social que tenemos fuera de la cocina, somos conscientes que nuestros clientes no tienen que ser conocedores de estos temas para visitarnos, al contrario, nosotros estamos ahí para poder aclarar sus dudas con una respuesta sincera y objetiva.
Otro factor que orienta a estos comentarios es definitivamente la información que la sociedad nos arroja sobre estos temas, además que históricamente la migración china ha sido la más grande en México y muchas veces puede causar confusión. Cuando nos encontrábamos en el centro de la ciudad, era normal que al pasar frente a nuestro antiguo local escucháramos a niños (y hasta adultos) decir: “mira, comida china”, cuando en ese momento teníamos un letrero que decía claramente “comida japonesa”; independientemente de si la persona sabe leer o no, es importante romper con la visión de que un local decorado de manera oriental, no necesariamente tiene que ser chino. Hay que saber darle a cada país su respectivo lugar, siempre pensando que aunque hay influencias en estos momentos de fuerte globalización, las culturas no son las mismas.